En un discurso en ocasión del aniversario 75 de la abolición del Ejército, hecho que regocija a los habitantes de esta nación centroamericana por el significado en la construcción de su democracia, Chaves subrayó que la paz es un camino en construcción, que requiere diseño y visión de futuro.
Tenemos que seguir sumando las voces de todos los costarricenses, seguir soñando juntos el país que queremos, no va a ser suficiente, hay que construirlo, dijo.
Y es que en estos días se vivieron momentos difíciles entre Gobierno y Asamblea Legislativa sobre cómo enfrentar la situación de inseguridad y criminalidad que se instala en el territorio nacional.
De hecho, en la jornada precedente el Presidente y las máximas autoridades de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial acordaron, luego de varios choques y desacuerdos, crear otra comisión que encamine las leyes para afrontar este fenómeno que ha cobrado la vida hasta la fecha a 837 personas.
Sin mencionar cifras, ni hechos, el mandatario llamó a la concordia entre los costarricenses y a seguir lo que los identifica en el mundo: un país único.
Desde la capitalina Plaza de la Democracia, Chaves destacó que los desafíos de los próximos 75 años será que estemos unidos, que este sea un país mejor para las venideras generaciones, y que cada padre, o hijo herede una patria más próspera, pacífica, armónica y más equitativa.
Al considerar en sus palabras que el mayor poder de los humanos es beneficiarnos mutuamente, exhortó a enterrar las hachas de la discordia, los discursos de odio, y puntualizó que la paz se consigue sin Ejército y procura el bien común.
Vamos a darle ese ejemplo al mundo, llevemos prosperidad a cada costarricense y que recobren la confianza en el futuro, dijo.
La celebración del aniversario 75 de la abolición del Ejército en Costa Rica comenzó en la mañana de esta jornada con la colocación de una ofrenda floral ante el monumento de José Figueres (1906-1990), principal artífice de esta iniciativa.
Ese día, en un acto simbólico, Figueres demolió de un mazazo el muro central del Cuartel Bellavista, sitio convertido en Museo Nacional de Costa Rica.
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