Arnous comenzó sus palabras agradeciendo a Cuba, presidenta de turno del Grupo, por su convocatoria a esta cita, que constituye una expresión del espíritu de profunda solidaridad y sincera asociación entre las naciones que conforman este bloque.
Es una afirmación de la determinación de fortalecer nuestros esfuerzos para defender nuestros intereses comunes y tratar los desafíos generados del cambio climático, el calentamiento global y los desastres naturales, afirmó el jefe del Ejecutivo.
Indicó que un gran número de países del Sur todavía enfrentan grandes desafíos en cuestiones del cambio climático, como la implementación de proyectos de energía renovable y el logro de la seguridad alimentaria, lo que dificulta su capacidad para alcanzar los objetivos del desarrollo sostenible.
Arnous aclaró que Oriente Medio ha sido testigo durante decenios de una importante disminución de las precipitaciones, lo que ha ensombrecido la producción agrícola y ha provocado una importante disminución de la proporción de agua per cápita.
Por otro lado, denunció que la guerra terrorista impuesta a Siria desde 2011 ha aumentado la gravedad de los desafíos medioambientales.
En los últimos años, hemos sido testigos de la extracción de petróleo sirio mediante métodos primitivos por parte de organizaciones terroristas y milicias separatistas financiada por potencias extranjeras como Estados Unidos, dijo el alto funcionario.
Fustigó que las injustas medidas coercitivas impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea privaron al pueblo sirio de sus necesidades básicas, incluidos el combustible y el gas, lo que llevó a una parte de los sirios a talar árboles para utilizarlos para la calefacción y las actividades cotidianas de la vida.
De acuerdo con Arnous, Siria, a pesar de todos los desafíos, ha dado muchos pasos en el campo de las energías alternativas y ha promulgado nuevas leyes para alentar a los inversores a establecer plantas de generación de energía renovable, y ha facilitado procedimientos para atraer inversiones extranjeras en este sector.
Cuba, en su condición de presidenta pro témpore del G77 y China, convocó a esta primera Cumbre de sus máximos dirigentes como espacio para la reflexión y la coordinación de posiciones entre los países del sur, de cara a las negociaciones climáticas.
Expertos coinciden en señalar que la reunión constituye una iniciativa novedosa que permitirá coordinar posiciones, concertar ideas y tener propuestas concretas para hacer valer las aspiraciones y las demandas de los países del sur relacionadas con estos problemas.
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