En el panel Energía y cambio climático, políticas de transición energética, representantes de los ministerios de Energía y Minas (Minem) y de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) abordaron la actual penetración de esas fuentes para lograr la independencia eléctrica de los combustibles fósiles.
La proyección energética, trazada por Cuba hasta 2050, también tiene en cuenta la cantidad de petróleo que dejaría de consumirse y cuántas toneladas de dióxido de carbono anuales no se emitirían a la atmósfera.
En el encuentro, se presentó el Programa perspectivo de las fuentes renovables de energía (FRE) en el país caribeño, su implementación por la Unión Eléctrica, la articulación con la capacitación, la ciencia y la innovación, todos enfocados en el cumplimiento de la Contribución Nacionalmente Determinada, elemento esencial de la Tarea Vida.
Dicha estrategia incluye entre sus objetivos el desarrollo perspectivo de las FRE y su uso eficiente, asegurar la disponibilidad de agua, dirigir la reforestación hacia la máxima cobertura y protección de los suelos, la rehabilitación de áreas mineras y la protección de las instalaciones construidas, amenazadas por el ascenso del nivel del mar.
Los especialistas del Minen y el Citma explicaron que el programa solar fotovoltaico, con alto potencial en el país, contempla inversiones nacionales y extranjeras, y significaron que las proyecciones pretenden una elevada integración de energía solar fotovoltaica, eólica y acumulación de energía.
Señalaron la colaboración con instituciones de la educación superior, para lo cual fue creado en 2019 el Grupo Nacional de Universidades para las Fuentes Renovables de Energía y la Eficiencia Energética, que hasta el momento agrupa a 10 casas de altos estudios.
Esta iniciativa se enfoca en la creación y fortalecimiento de competencias tecnológicas de conjunto entre las universidades y el sector productivo, destacaron.
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