En un comunicado divulgado por su oficina, la alta representante alertó del devastador impacto de la reanudación del conflicto entre Israel y la organización palestina Hamas en la población infantil en el enclave.
«Seguramente morirán más niños como resultado de ello», escribió Russell al recordar el saldo de víctimas en este grupo a causa las hostilidades que estallaron el 7 de octubre pasado.
Antes de la pausa, más de cinco mil 300 niños palestinos murieron en 48 días de incesantes bombardeos israelíes, una cifra que no incluye a muchos que desaparecidos y que se presume estén bajo los escombros, lamentó la representante.
La escalada de la violencia tras la pausa supondrá que cientos de menores más serán asesinados y heridos cada día, advirtió.
Russell insistió en la necesidad de llevar agua, alimentos, suministros médicos, mantas y ropa de abrigo a quienes los necesitan y enfrentan una catástrofe humanitaria.
Durante siete días, hubo un rayo de esperanza para los niños en medio de esta horrible pesadilla, agregó en referencia a la tregua humanitaria negociada entre Hamas e Israel.
La pausa permitió un aumento en la entrega de suministros vitales a Gaza y a través de ella al tiempo que 30 menores retenidos fueron liberados desde el enclave.
Unicef y sus socios pudieron ampliar significativamente sus operaciones y programas así como comenzar a conectar a aquellos separados con sus familias, agregó.
Sin embargo, esto no fue suficiente para satisfacer la magnitud de las necesidades humanitarias.
«Ahora necesitamos un mayor acceso seguro y predecible para llegar a los niños que han resultado heridos, desplazados y traumatizados. Y necesitamos hacer llegar suministros a los niños que son vulnerables al clima frío y húmedo que ha llegado», añadió la directora ejecutiva.
Los niños, insistió, necesitan un alto el fuego humanitario duradero.
Russel remarcó su llamado a todas las partes para garantizar protección a los infantes y asistencia, de conformidad con sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario.
«Todos los niños del Estado de Palestina e Israel merecen paz y esperanza de un futuro mejor”, concluyó.
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