A los 36 años, dos décadas después de su incomparable carrera, Messi proporcionó un estímulo singular al fútbol en Estados Unidos. La asistencia, los precios de las entradas, las ventas de mercancías y la audiencia se dispararon. Sus juegos adquirieron la sensación de un renacimiento religioso, indicó la publicación.
Time fue mucho más allá, y aseguró que el delantero suramericano es “el atleta más venerado e influyente del planeta”.
A través de su análisis, el medio sostiene que Estados Unidos, pese a ser un mercado deportivo lucrativo en el mundo, nunca había abrazado plenamente al fútbol, y este escenario comenzó a cambiar en los últimos tiempos, particularmente en los meses recientes con el arribo del ocho veces ganador del Balón de Oro.
En 2023, el rosarino se proclamó campeón de Francia con el París Saint-Germain, y en verano firmó un contrato con el Inter de Miami, equipo de la Major League Soccer (MLS) norteamericana.
Con su nuevo club, el atacante albiceleste jugó 14 partidos en todos los torneos, en los que marcó 11 goles y dio ocho asistencias, y le ayudó a ganar su primer trofeo de la historia, la Copa de la Liga.
La asistencia en el estadio del Inter miamense aumentó un 40 por ciento, el mayor en la MLS, y en octubre, cuando las Garzas enfrentaron a Chicago Fire en el Soldier Field, se rompió un récord de espectadores al llegar a 62 mil 124 personas (el promedio era de 15 mil 422), pese a que Messi se perdió ese partido por lesión.
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