La decisión publicada en el Diario Oficial de la República argumenta el riesgo real de serios enfrentamientos entre los aficionados en el contexto del juego que debió desarrollarse el 29 de octubre en el estadio Vélodrome de la sureña ciudad, como parte de la décima jornada de la Ligue1.
Ese día fueron atacados los buses de los seguidores del Lyon y del club, actos en los que el técnico de Les Gones, Fabio Grosso, sufrió lesiones en la cara por los cristales de las ventanas que estallaron como consecuencia de la agresión.
Según la orden, durante todo el miércoles está prohibido el traslado de cualquier persona identificada como hincha del Lyon a la comuna de Marsella para uno de los clásicos más esperados en suelo galo.
En lo deportivo las expectativas no son muchas, considerando que Les Gones están envueltos en una decepcionante campaña, al marchar últimos en la Ligue1 con apenas siete puntos en 13 encuentros, mientras el Olympique de Marseille se sitúa noveno con 17.
La violencia en el fútbol genera gran preocupación en Francia, atizada por el asesinato el sábado pasado con arma blanca de un seguidor del Nantes en el marco del partido en esa ciudad contra Nice.
“Ya basta”, afirmó la víspera la ministra de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra, quien prometió una respuesta “global y extraordinariamente determinada”, en coordinación con los ministros del Interior y de Justicia, la Federación Francesa de Fútbol, la Liga de Fútbol Profesional y los clubes.
Frente a situaciones radicales, medidas radicales, dijo la titular en declaraciones en las que estimó que cuando exista un partido de riesgo por violencia, debe prohibirse el desplazamiento de aficionados rivales.
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