Al intervenir aquí en el 44 período de sesiones del Consejo Supremo del Consejo de Cooperación del Golfo, su alteza enfatizó el compromiso para alcanzar el fin de las hostilidades en Gaza en cooperación con los socios internacionales.
En este sentido, indicó que Israel ataca infraestructuras ya frágiles, corta el suministro de electricidad, agua, alimentos, combustible y medicinas y destruye hospitales, lugares de culto, escuelas e instalaciones vitales bajo el pretexto de la autodefensa.
A propósito, subrayó que las masacres cometidas por las autoridades de ocupación contra los hermanos en Gaza profundizan el sentimiento de injusticia y la impotencia de la legitimidad internacional.
Por otra parte, destacó la firmeza del pueblo palestino y su insistencia en la obtención de todos sus derechos legítimos y la centralidad de su causa.
El Emir reiteró la continuidad de los trabajos para renovar la tregua y aliviar a la gente en la Franja, como una alternativa a un alto al fuego integral.
Todas estas tragedias podrían haberse evitado si Israel y sus partidarios se hubieran dado cuenta de que la cuestión del pueblo palestino no puede ser marginada, que la época del colonialismo ha pasado y que la seguridad no es posible sin una paz permanente, recalcó.
Al respecto, condenó que las fuerzas israelíes violaron todas las normas y valores religiosos, morales y humanitarios mediante los crímenes cometidos contra el pueblo de Gaza.
Es vergonzoso para la comunidad internacional permitir que este crimen atroz continúe durante casi dos meses, en medio de la matanza sistemática y deliberada de civiles inocentes e indefensos, incluidos mujeres y niños, manifestó.
Lamentó como algunos círculos oficiales sigan abrumando la demanda del pueblo palestino de un alto al fuego, a pesar de la magnitud del genocidio y el estallido de protestas populares en todo el mundo.
Al mismo tiempo, puntualizó que la esencia del conflicto en Gaza es una cuestión nacional, entre el pueblo palestino y la ocupación israelí.
En esta línea de mensaje, llamó a las Naciones Unidas a llevar a cabo una investigación internacional sobre las masacres cometidas por las autoridades de Tel Aviv contra el pueblo palestino.
La sesión de este martes del Consejo Supremo abordará las cuestiones más urgentes a nivel regional e internacional, en particular la actual agresión israelí contra la Franja de Gaza desde el 7 de octubre.
Fundado en 1981, el Consejo de Cooperación de los Estados Árabes del Golfo consta de seis países miembros: los Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Arabia Saudita, Omán, Qatar y Kuwait.
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