Circulada por la Asociación Árabe Salvadoreña, el documento de 20 puntos subraya que las atrocidades que se desarrollan en Gaza contra más de dos millones de palestinos cuestionan la moralidad de todo el mundo.
“Esto representa un desafío moral para el mundo entero, una cuestión que exige urgente vigilancia humana y una profunda reevaluación de los principios”, precisó.
Condenamos con vehemencia el continuo apoyo militar, político y propagandístico que sus perpetradores reciben de las potencias internacionales, y los graves desequilibrios en nuestro mundo, una crisis ética cada vez más profunda, un dilema de valores intratable y prácticas propagandísticas engañosas.
Respaldar la ocupación militar, las políticas de opresión, persecución, genocidio, limpieza étnica y crímenes de guerra bajo la apariencia de ética y de principios humanidad es un envoltorio engañoso que transforma lemas éticos, humanitarios y de principios en una herramienta para matar, oprimir y perseguir, agregó la declaración.
La inconsistencia de las posturas de las potencias internacionales según sus intereses y alineamientos, acentuó, socava la credibilidad de sus posiciones en general.
Un motivo de alarma, planteó, el documento, es la celebración de plataformas internacionales, políticas y mediáticas de declaraciones dedicadas a justificar la agresión, glorificar a sus perpetradores, culpar a sus víctimas y responsabilizarlas por su aterrador destino de muerte, destrucción, sed, hambre y desplazamiento.
Las atrocidades que se desarrollan en Gaza son un ejemplo expresivo de un mundo que sufre graves desequilibrios a expensas del hemisferio sur, sus pueblos y sociedades. Esto requiere un enfoque correctivo urgente e inflexible, puntualizó.
El documento remarcó que sucumbir a discursos que justifican el genocidio, la limpieza étnica y los crímenes de guerra que han sido arrojados desde plataformas internacionales, políticas y culturales plantea una amenaza para la humanidad en su conjunto, no sólo para el pueblo palestino.
Los defensores de la filosofía, el pensamiento, la cultura, la literatura, el arte y las sociedades religiosas y civiles deben levantarse para cumplir sus funciones éticas y de principios en la defensa de los derechos, la justicia, la libertad y la dignidad humana en Palestina y en todo el mundo, agregó.
Un mundo que decide su postura ante las atrocidades y violaciones basándose en la identidad del perpetrador y la identidad de la víctima es un mundo sin seguridad, derechos ni justicia. Sus naciones y ejércitos no dudarán en aniquilar a algunos humanos para permitir ciertas políticas que prioricen sus intereses sobre sus compromisos declarados, concluyó el documento.
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