El Ministerio de Relaciones Exteriores y Expatriados señaló mediante un comunicado que esa acción constituye una clara e inaceptable violación de las obligaciones de Tel Aviv como potencia ocupante y Estado miembro de Naciones Unidas.
Tras expresar que el acto hostil demuestra el absoluto desprecio y desdén de Israel por la ONU y su inestimable labor, el ente denunció también que los invasores del estado sionista persiguen intensificar su política de hambruna y castigo colectivo contra el pueblo palestino.
«Le niega además toda ayuda o esperanza, que proporcionan las organizaciones humanitarias de Naciones Unidas”, indicó el texto oficial.
Advirtió que en este territorio, donde las fuerzas israelíes cometen un genocidio contra la población civil, los agresores mataron a más personal de la ONU que en ninguna otra situación en la historia de ese organismo mundial.
La declaración de la cancillería local tiene lugar cuando desde el pasado 7 de octubre el vecino estado bombardeó de forma brutal comunidades, escuelas, hospitales, campamentos de refugiados y otras infraestructuras, además de cortar el suministro de agua, alimentos y medicinas.
Ante esa compleja situación, el Secretario General de Naciones Unidas, António Guterres, instó a la comunidad internacional a utilizar toda su influencia para evitar una mayor escalada del conflicto y pidió a los miembros del Consejo de Seguridad que presionen para evitar una catástrofe con un alto al fuego.
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