Instamos a un cese el fuego permanente y a trabajar para buscar una solución política “que puedan poner fin al sufrimiento de las familias de todas las partes en este desgarrador conflicto”, afirmó el PMA en un comunicado difundido aquí.
El organismo destacó que la reciente tregua de siete días en los combates entre el Ejército israelí y las milicias palestinas que se oponen a la invasión permitió cierta seguridad para ampliar las operaciones de socorro.
En ese tiempo, pudimos duplicar el número de puntos de distribución fuera de los refugios y entregar alimentos en lugares a los que había sido imposible llegar, incluso en algunas zonas del norte, subrayó.
Trágicamente, este progreso que se necesita desesperadamente colapsó y ahora la reanudación de los combates hace casi imposible la distribución de la ayuda y pone en peligro la vida de los trabajadores humanitarios, lamentó.
La entidad recalcó que el reinicio de los choques representa “un desastre para la población civil de Gaza”.
Sólo una paz duradera puede poner fin al sufrimiento y evitar la catástrofe humanitaria que se avecina en ese enclave costero, recalcó.
El PMA recordó que los trabajadores humanitarios deben tener un acceso seguro, sin trabas y sostenido, para distribuir la asistencia vital en todo el territorio. Todas las partes deben cumplir sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario, advirtió.
Más de 16 mil palestinos, más de la mitad de ellos mujeres y menores, perdieron la vida desde el inicio de la agresión israelí contra Gaza.
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