“Se está produciendo otra ola de desplazamientos y una catástrofe humanitaria a la vuelta de la esquina”, señaló en la red social X el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Medio (Unrwa).
Miles de palestinos se trasladaron a un espacio cada vez más reducido en la sureña ciudad de Rafah, desesperados por encontrar comida, agua y refugio, subrayó la entidad.
El Ejército israelí obligó a los habitantes del norte de Gaza a abandonar sus hogares y desplazarse al sur.
El gobierno de Benjamin Netanyahu justificó la acción con el argumento de que la región septentrional es epicentro de la campaña terrestre contra Hamas, pero diversos países y ONG denunciaron que el verdadero objetivo es expulsar a millones de palestinos hacia el vecino Egipto.
Hace unos días, los soldados israelíes lanzaron una nueva operación contra ciudad de Khan Yunis, en la zona meridional, que obligó a cientos de miles de personas, muchos de ellos desplazados, a escapar más al sur hacia Rafah.
En la misma red social, la Unrwa alertó ayer que la situación humanitaria en la Franja de Gaza es desesperada debido a la reanudación de los intensos bombardeos y las operaciones militares israelíes.
“Los refugios están desbordados. No hay suficiente ayuda para satisfacer las abrumadoras necesidades” de la población, apuntó la institución.
Según el último parte de la Unrwa, más de 1,9 millones de palestinos fueron desplazados de ese enclave costero por la agresión, lo que representa el 85 por ciento de la población total.
El organismo denunció que, desde el inicio del nuevo ciclo de violencia, el 7 de octubre, 132 trabajadores suyos perdieron la vida por los ataques israelíes en ese territorio.
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