“La máquina de destrucción israelí” mató a 47 atletas y a 17 técnicos y administradores del sector durante el conflicto, señaló el organismo en un comunicado.
El texto destacó que otros cinco deportistas fueron arrestados y un número indeterminado resultó herido.
Recordó el caso de Yasmine Sharaf, una jugadora de karate de seis años, que soñaba con crecer y representar a su patria en competencias internacionales.
Las instalaciones deportivas no se salvaron de los ataques y las continuas violaciones de la ocupación israelí, apuntó.
Como ejemplo citó la destrucción del estadio construido por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y de otro ubicado en la norteña localidad de Beit Hanoun, mientras un tercero, situado junto al Hospital Indonesio, se convirtió en una fosa común.
También fueron atacados tres clubes ecuestres, un campo de béisbol y varios centros de artes marciales que formaron un refugio para los atletas palestinos en la Franja, lamentó.
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