Sin embargo, los salvadoreños son testigos de un proceso lleno de irregularidades, tanto para la presidencia como para ocupar las 60 butacas de la Asamblea Legislativa.
Luego de continuos señalamientos de que la participación del presidente Bukele como candidato a otro periodo de gobierno continuo es ilegal e inconstitucional, algo que avaló el Tribunal Supremo Electoral (TSE) al aceptar su apuesta, la atención se centra en otros puestos electivos y en los procedimientos que se usan en la carrera.
Entre las irregularidades destacó el lanzamiento el 3 de diciembre de la campaña del partido Nuevas Ideas (NI) para diputaciones de la Asamblea Legislativa en la exCasa Presidencial, ubicada en San Jacinto, San Salvador, una institución del Estado que por ley no puede ser ocupada para efectuar proselitismo político. Así lo prescribe el Código Electoral.
En las últimas semanas la oposición denunció el uso de recursos públicos por el gobierno para respaldar y buscar votos a sus candidatos pese a que las encuestas, tanto para la presidencia como para el control de la Asamblea Legislativa le otorgan amplios márgenes en ambos apartados.
A estas “refriegas” entre los partidos y las leyes, se suman otros factores que tensionan el proceso pero que hasta ahora solo quedaron en declaraciones y reseñas de medios de prensa.
Fue noticia en la semana una declaración del coronel John Mc Kay, exagregado militar de Estados Unidos en El Salvador, quien acusó a la Fuerza Armada de este país de planificar y ejecutar el asesinato de cuatro periodistas holandeses en 1982.
Asimismo informes de que los alimentos en El Salvador no bajarán sus precios a escasas semanas de que finalice el año y el país entre en la recta final de la campaña electoral ocuparon la atención de la población, ya enfrentada a valores inflacionarios, escasez de algunos productos, bajos salarios y el aumento del costo de la canasta básica.
La situación de los alimentos fue analizada por el expresidente del Banco Central de la Reserva (BCR) Carlos Acevedo, quien afirmó categóricamente que los precios no bajarán, un mal augurio para los casi un millón 800 mil salvadoreños que se enfrentan a la pobreza e incluso a la pobreza extrema.
Acevedo ejemplificó que los productos alimenticios aumentaron su costo en un 35 y un 40 por ciento, sin que pueda verse una disminución a futuro.
Otra noticia destacada en la semana fue el gran destaque ofrecido por medios oficiales a una presunta bonanza del Bitcoin que alcanzó por primera vez desde 2022 el precio de 41 mil dólares para incrementar los elogios a la política gubernamental que lo adoptó como moneda legal.
El tema de Palestina y los descendientes números de los homicidios también acapararon titulares.
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