De acuerdo con la portavoz de la Cancillería Mao Ning, permitir que el conflicto continúe «significa más víctimas civiles, una catástrofe humanitaria mayor que solo siembra más semillas de odio».
«En cuestiones relacionadas con la guerra y la paz, la vida y la muerte, las potencias influyentes deben desempeñar un papel constructivo en sofocar las llamas de la guerra, deben hacer todo lo posible para reducir el número de víctimas civiles y deben ponerse del lado de la paz y la vida», enfatizó.
Beijing expresó su pesar por el veto de Washington a este proyecto presentado por los Emiratos Árabes Unidos (EAU) en nombre de los estados árabes y ampliamente respaldado por los restantes miembros del Consejo de Seguridad.
Con anterioridad China respaldó la mediación de la ONU y de su secretario general, António Guterres, en el conflicto Israel-Palestina y ante la grave situación humanitaria en Gaza.
Según el portavoz de la Cancillería Wang Wenbin, el gigante asiático se comprometió a «continuar desempeñando un papel constructivo» y mantener el diálogo con todas las partes pertinentes para alcanzar un alto el fuego».
El vocero remarcó que el Consejo de Seguridad, como único órgano de la ONU con autoridad para emitir resoluciones vinculantes a los Estados miembros, debe tomar más medidas oportunas para salvar vidas y aliviar la situación.
El proyecto de resolución presentado por EAU fue respaldado por 13 miembros del Consejo de Seguridad, Estados Unidos lo vetó y el Reino Unido se abstuvo de votar.
La nueva espiral del conflicto causó hasta la fecha unos mil 200 muertos y cerca de cinco mil 500 heridos en Israel y más de 17 mil 400 fallecidos y unos 46 mil 400 lesionados en Gaza, según últimos datos oficiales.
El 1 de diciembre, al expirar la tregua humanitaria pactada hacía una semana, se reanudaron los enfrentamientos.
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