Compuesta por cinco ciudades, Essentuki, Zheleznovodsk, Kislovodsk, Pyatigorsk y Mineralnye Vody, desde su descubrimiento, esta riqueza natural atrajo la atención hacia la región por el año 1717 del zar ruso Pedro el Grande, quien ordenó investigar las fuentes del líquido con propiedades minerales para su potencial uso.
A propósito de un recorrido organizado por el Ministerio de Asuntos Exteriores del gigante euroasiático, de conjunto con las autoridades de la región, Prensa Latina conoció que el nombre oficial —Aguas Minerales del Cáucaso— lo recibió en 1803 por orden del emperador ruso Alejandro I.
En la reserva operan docenas de sanatorios con diferentes perfiles de especialización. La mayoría de ellos existe desde los tiempos de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), muchos han pasado por reformas considerables y otros se construyeron desde cero en la Rusia contemporánea.
Entre las fuentes de agua figuran los manantiales ricos en dióxido de carbono, sulfuro de hidrógeno, radón (gas noble radiactivo), nitrógeno y metano, sales y álcalis, entre otras composiciones.
Todos estos recursos hídricos están reunidos en un territorio de unos cinco mil 465 kilómetros cuadrados, lo que equivale en extensión al doble de Moscú (dos mil 561).
El jefe del departamento de Turismo de la alcaldía de Kislovodk, Sekirsky Petrovich, explicó que el flujo turístico a la ciudad aumenta cada año, llegando en 2023 a cifras récord.
«A partir del 2017 aumentamos anualmente entre un cinco y un seis por ciento, este año el flujo turístico total ya alcanza un récord del 20 por ciento. Les cuento que al cierre del 2023 esperamos más de un millón 800 mil personas», recalcó.
Asimismo, su homólogo de Zheleznovodsk, Alexander Salnikov, añadió que es de suma importancia para potenciar el crecimiento de la ciudad la llegada de visitantes nacionales y extranjeros, quienes no solo se sirvan de las bondades medicinales de los balnearios, sino disfruten del resto de los atractivos culturales y turísticos de las ciudades.
Stávropol goza del estatus de una región ecológica y balnearia protegida por la Federación de Rusia y gobernada por su propia administración.
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