La medida, que se extenderá hasta el próximo 12 de enero, también se impondrá en los partidos de segunda división que pertenecen a clubes de la Super Liga y es posible se aplique a todos los desafíos europeos que se disputen en casa.
«Los atletas, los aficionados y los ciudadanos no pagarán el comportamiento asesino de organizaciones criminales y la triste tolerancia de una mínima minoría de aficionados fanáticos», señaló en una rueda de prensa el portavoz del Ejecutivo, Pavlos Marinakis.
En su intervención anunció además que los equipos de la SuperLiga tendrán que instalar cámaras de alta definición y un sistema de entrada electrónico con control simultáneo de identidad de los aficionados.
Estas restricciones han sido adoptadas luego del altercado la semana pasada entre hinchas del Olympiacos y la policía, que terminó con un agente herido de gravedad al ser alcanzado por una bengala.
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