Según manifestó el director del Instituto de Inteligencia Artificial de la casa de altos estudios, Artiom Nikonórov, el sistema con una red neuronal permite incrementar la seguridad del uso de drones y reducir al mínimo los posibles incidentes, y facilitar la creación de reglas del tráfico aéreo para equipos no tripulados.
Nikonórov indicó que el número de vehículos aéreos no tripulados crecerá cada año en los distintos sectores de la economía por eso se usará la inteligencia artificial para vigilar la seguridad de los vuelos de gran cantidad de aparatos.
El ecosistema que se desarrolla supone que los drones seguirán de manera automática las reglas establecidas y los estándares de vuelo. La red neuronal ayudará a estos vehículos a corregir su ruta, por ejemplo, debido al empeoramiento del tiempo o para evitar colisiones.
Si un dron abandona los límites del espacio aéreo asignado, el ‘controlador de vuelo electrónico’ le ordenará volver y si el aparato no reacciona le obligará a aterrizar en un lugar seguro.
En el proyecto participa también el fabricante de vehículos autónomos Transporte del Futuro que desarrolló el dron aerotaxi Hi-Fly S700, el primero en Rusia, y que puede volar a distancias de hasta 30 kilómetros y a una velocidad de 100 kilómetros por hora.
La compañía produce además drones para el traslado de cargas, para la vigilancia de gasoductos, la agricultura y otros sectores.
lam/gfa