Lanzó un mítico disco, Mediterráneo, editado en 1971, y para muchos, era imposible que se superarse a sí mismo. Y lo hizo, al interpretar más de 500 canciones, dejando un cofre de melodías que todavía deslumbran en el pentagrama hispanoamericano.
En la sede central de la SGAE en Madrid, su presidente, Antonio Onetti, recordó que Serrat es ‘un mito de la música’, que demostró su talento ‘no sólo escribiendo algunas de las letras más imperecederas’, sino también adaptando y recuperando los versos de poetas.
‘Feliz de haber dedicado la vida a escribir y cantar canciones, en privado y en público cuando me apetece. Las canciones forman ya para todos una memoria, y estoy feliz de haber podido dedicarme a eso”, comentó el cantautor catalán, visiblemente emocionado.
La SGAE, con sedes alternas en España, Argentina, Cuba y Brasil, otorgó la Medalla de Honor de manera extraordinaria a 51 personalidades o instituciones, entre ellos el puertorriqueño José Feliciano y el español Antonio Banderas.
No podía estar solo en un momento como este y lo acompañaron amigos como los cantantes Victor Manuel y Ana Belén, Estrella Morente, el cineasta Montxo Armendáriz y el escritor Eduardo Mendoza.
‘Las canciones son la vida y me siento feliz de que hayan acompañado a la gente, que las han hecho suyas a su manera y hasta me las han descubierto algunas veces, viendo cosas que no había pretendido escribir’, reflexionó Serrat.
Antes obtuvo la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio. También, varios títulos internacionales Honoris Causa.
Versiones de clásicos de Violeta Parra y Víctor Jara, y melodías a partir de poemas de Miguel Hernández, Antonio Machado, Mario Benedetti, Pablo Neruda, Federico García Lorca (..), añaden más joyas a su enorme legado.
‘Doy las gracias a todos mis compañeros que he tenido la suerte de encontrarme por el camino, a los que están hoy aquí, a los que no están y a los que se han ido: me acuerdo de todos ellos, que funcionan como un todo en mi vida. Y también a mis amigos desconocidos que me han permitido hacer esta vida’, apuntó.
Haciendo gala de su humor sardónico, Serrat admitió que “me dan esto porque soy viejo, eso es así, pero yo estoy contento por haber llegado hasta aquí’.
‘La trascendencia de esta medalla la otorga quien la recibe: durante mucho tiempo has sido un clásico tú y tus canciones, y son los clásicos los que definen a su tiempo’, resaltó Onetti, el presidente de la SGAE.
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