«Según nuestra información, la oficina del presidente de Ucrania está coordinando acciones de los servicios de seguridad nacionales para que organicen una provocación antirrusa con el uso de sustancias tóxicas», escribió Kirílov en el sitio oficial del Ministerio de Defensa ruso.
Agregó que «teniendo en cuenta la experiencia del conflicto de Siria, se supone que la acusación a las Fuerzas Armadas de Rusia de utilizar armas químicas permitirá iniciar una nueva campaña antirrusa en las estructuras de la ONU y en los medios de comunicación mundiales».
El también teniente general ruso detalló que para ello el Servicio de Seguridad de Ucrania recabó la cooperación de la empresa ucraniana Realab, especializada en las importaciones de reactivos y precursores químicos.
«A través de la citada empresa, en octubre-noviembre de este año, se compró en Alemania un ‘pequeño lote’ de trietanolamina y compuesto de sodio que contiene nitrógeno producido por la empresa estadounidense Honeywell Research Chemicals», indicó Kirílov.
Recordó que la trietanolamina está incluida en el Anexo sobre Sustancias Químicas de la Convención sobre Armas Químicas y está sujeta a declaración anual.
«Este compuesto es un precursor para la síntesis de un agente vesicante: mostaza nitrogenada. Los compuestos de sodio que contienen nitrógeno son altamente tóxicos, su efecto nocivo es similar al del cianuro», relató el militar ruso.
Además, los agentes ucranianos pueden llevar a cabo una provocación química en zonas de la operación militar de Rusia donde el Ejército ruso avanza de manera más activa, continuó Kirílov.
Las tropas ucranianas, explicó, podrían utilizar armas químicas y biológicas debido al fracaso de la contraofensiva iniciada el 4 de junio.
«Está previsto que las Fuerzas Armadas ucranianas contaminen deliberadamente las fuentes de agua, incluida el agua potable, las reservas de alimentos y los piensos para animales con agentes biológicos patógenos», añadió el teniente general.
Según Kirílov, los militares rusos obtuvieron durante la operación especial la documentación que confirma la peligrosidad de los experimentos del Pentágono en Ucrania, en particular, se probaron productos farmacéuticos en residentes locales y se exportaron muestras biológicas.
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