En una entrevista concedida a ONU Noticias, el alto comisionado para velar por esos valores, Volker Türk, insistió en la necesidad de su respeto a propósito del 75 aniversario de la Declaración Universal.
Las desigualdades son enormes en América Latina, es un problema para las sociedades y resulta fundamental que los derechos humanos estén al centro de cada política y de cada decisión para avanzar, agregó el representante.
«Actualmente vemos con preocupación la reducción del espacio democrático en algunos países», dijo al mencionar como ejemplos a Guatemala y Perú.
Al mismo tiempo, Türk calificó como «más que devastador» el contexto en Gaza, donde los derechos humanos y el derecho internacional en su totalidad son violados a diario en las formas más graves.
El alto representante abogó por la rendición de cuentas para un acuerdo futuro tras el cese de las hostilidades.
«Sabemos que si reina la impunidad y si no se dicen los hechos, y si no se dice la verdad, tendremos quejas que seguirán y seguirán”, alertó.
Los derechos de las mujeres también enfrentan un fuerte retroceso en países como Afganistán, donde una autoridad de facto que esencialmente persigue sistemáticamente a las mujeres y a las niñas por quiénes son, lamentó.
«Necesitamos encontrar formas y medios para detener esto», remarcó el representante.
El alto comisionado incluyó entre los desafíos actuales la proliferación de discursos de odio y la desinformación, impulsados en particular con intereses comerciales.
Tenemos que denunciarlo así como encontrar formas y medios, una vez más, para devolver a la humanidad a su núcleo y a sus fundamentos, instó.
«Dentro de las tragedias de hoy, también podemos ver cuáles son los elementos que realmente nos sacan de esto, lejos de este precipicio y nos permiten tener esperanza en un futuro que sea más pacífico y también más abrazador del otro», aseveró.
El 10 de diciembre último, la ONU recordó el 75 aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, que estableció por primera vez el acceso de las sociedades a la igualdad, las libertades fundamentales y justicia.
El instrumento consagra los derechos de todos los seres humanos y es un modelo global para leyes y políticas internacionales, nacionales y locales así como una base de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
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