El Gobierno sudafricano, sostiene, está gravemente preocupado por informes de que algunos ciudadanos y residentes permanentes sudafricanos “se han unido o están considerando unirse a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en la guerra en Gaza y en otros territorios palestinos ocupados”.
Acorde con el ministerio de Relaciones Internacionales y Cooperación (Dirco), esa acción puede potencialmente contribuir a la violación del derecho internacional y a la comisión de otros delitos, lo que los haría susceptibles de ser procesados legalmente en Sudáfrica.
Según el Reglamento de la Ley de Asistencia Militar Extranjera de 1998, recuerda la Cancillería, cualquier sudafricano que desee prestar asistencia militar en Israel debe presentar una solicitud al Comité Nacional de Control de Armas Convencionales (NCACC), quien hará una recomendación al ministro de Defensa para que se conceda o rechace dicha solicitud.
Cualquier persona que se una a las FDI sin el permiso necesario del NCACC, enfatiza Dirco, está infringiendo la ley y puede ser procesada.
Además, agrega, la Ley de ciudadanía sudafricana de 1995 establece que toda persona que haya obtenido la ciudadanía sudafricana por naturalización dejará de ser ciudadano del país si participa bajo la bandera de otra nación en una guerra que la República no apoya ni con la que está de acuerdo.
Es en este contexto, resume Dirco, que los ciudadanos sudafricanos deben ser conscientes de las consecuencias de unirse a las FDI o a cualquier fuerza armada extranjera involucrada.
Ello, concluye, para prevenir la complicidad involuntaria en crímenes internacionales o violaciones del derecho interno.
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