En declaraciones al canal panárabe Al Mayadeen, el representante yemenita enfatizó que esta formación surge de un deseo estadounidense de preservar a Israel y permitirle seguir con sus masacres contra el pueblo palestino.
A propósito, el vocero subrayó que la alianza no es para garantizar la seguridad de las vías de navegación internacional.
En este sentido, Abdul Salam reiteró que los corredores internacionales adyacentes a Yemen son seguros y las operaciones de la Resistencia se limitaron a los barcos con rumbo a Israel.
Al respecto, indicó que si Washington estuviera interesado en la paz y la estabilidad no habría rechazado los llamados a un alto al fuego en Gaza, a la luz de la presencia de fragatas y bases militares estadounidenses, francesas y británicas al otro lado del mar Rojo.
El miembro de Ansar Allah advirtió de cualquier decisión de la alianza internacional en términos de atacar a Yemen o expandir el conflicto.
Señaló que la Resistencia recibió muchos contactos a través del Sultanato de Omán y países europeos desde el inicio de las operaciones marítimas y aéreas contra la entidad israelí.
En este punto, manifestó que las presiones amenazaron con afectar el proceso político y la situación humanitaria en Yemen, así como el trabajo de las organizaciones en el marco del plan de la ONU con Arabia Saudita para la entrega de salarios y la apertura del aeropuerto y los puertos de Saná.
Abdul Salam subrayó que en cualquier caso la posición de Ansar Allah no es una provocación ni una demostración de fuerza, ni una búsqueda de guerras y problemas, sino un rechazo a la brutal agresión israelí en Gaza.
En esta línea, hizo hincapié en «quien quiera calmar la región y la zona de una escalada debe dirigirse a Israel y Estados Unidos para detener la guerra y levantar el injusto asedio a la Franja».
Subrayó que el genocidio y la ocupación de Palestina exige un respaldo popular, no solo desde Yemen, sino de todos los hijos de la nación árabe e islámica y del mundo.
Respecto a una escalada en las acciones, reiteró que el movimiento yemenita continuará con su apoyo a Palestina y la expansión responderá a la realidad militar sobre el terreno.
La coalición encabezada por Estados Unidos incluyó al Reino Unido, Bahréin, Canadá, Francia, Italia, Países Bajos, Noruega, Islas Seychelles y España con el objetivo de abordar de forma conjunta los “desafíos de seguridad” en el sur del mar Rojo y el golfo de Adén.
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