Durante la sesión de emergencia de la Asamblea General para tratar el contexto en el enclave, el embajador cubano Yuri Gala aseguró que la historia no olvidará ni perdonará a los que pudieron detener el genocidio y no lo hicieron.
La mayor prioridad de este foro debe ser lograr el fin de la violencia y la masacre contra el pueblo palestino, el cese inmediato al fuego y el suministro de ayuda humanitaria urgente y suficiente a la Franja, dijo el también representante alterno ante la ONU.
La nación caribeña rechaza la muerte de civiles y personas inocentes de todas las partes involucradas en este conflicto, sin diferenciar etnia, nacionalidad o fe religiosa.
La actual crisis es consecuencia de 75 años de prácticas israelíes de ocupación ilegal y colonización, en flagrante violación de los derechos inalienables del pueblo palestino en su propio territorio, agregó.
Al mismo tiempo, el contexto responde al prolongado irrespeto por Tel Aviv de los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional, incluidas numerosas resoluciones de la ONU.
El representante cubano condenó los asesinatos de civiles, especialmente de niños, mujeres y trabajadores humanitarios de la ONU; los bombardeos indiscriminados, la destrucción de viviendas, hospitales e infraestructura civil.
La impunidad que garantiza Estados Unidos al gobierno de Israel debe cesar, para que cese el genocidio, enfatizó al recordar que 47 resoluciones relacionadas con la situación en el Oriente Medio fueron vetadas por Washington en el Consejo de Seguridad.
Gala insistió en la necesidad impostergable de una solución amplia, justa y duradera al conflicto entre Israel y Palestina, sobre la base de la creación de dos estados.
De continuar esta situación, la comunidad internacional será testigo inerte del exterminio del pueblo palestino, advirtió el diplomático.
Ante la barbarie y la política de apartheid de Israel en los territorios palestinos ocupados, la indolencia no es permisible, aseveró.
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