“Vemos que es el momento justo para pensar en otro paquete de restricciones contra nuestro país. Unión Europea, ¡gracias por el crecimiento!, la economía europea no deja de caer en recesión”, escribió el alto funcionario en su cuenta de X.
El 14 de diciembre, durante su conferencia anual, el presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró que el PIB de Rusia crecerá un 3,5 por ciento en 2023, lo cual “indica que nuestra economía se recuperó de la caída del año pasado”.
De acuerdo con Putin, los beneficios de las empresas rusas ascendieron a más del 24 por ciento, mientras que los bancos ganarán más de tres billones de rublos (más de 33 mil millones de dólares).
El 18 de diciembre, el Consejo Europeo aprobó un duodécimo documento con nuevas restricciones de importación y exportación rusas, en particular al suministro de diamantes, productos de aluminio y químicos, alambre de cobre, tecnologías y licencias de software. El anterior se aprobó en junio.
“En cuanto a los diamantes rusos, esto era predecible, nos estábamos preparando para esto”, subrayó el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, en una respuesta inmediata a Bruselas.
Por su parte, Putin enfatizó que la desenfrenada política de contener y debilitar a Rusia es una estrategia a largo plazo de Occidente, lo cual limita a la economía mundial.
El Kremlin denunció que las sanciones impuestas a 61 personas y 86 organizaciones persiguen como objetivo una congelación deliberada de activos y reacciones opuestas de oligarcas rusos contra la presidencia del país en el contexto de las venideras elecciones.
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