Al recibir ayer aquí a una delegación francesa encabezada por el titular del Senado, Gérard Larcher, el mandatario reclamó un cese del fuego y “el fin de la guerra genocida”, destacó la agencia oficial de noticias Wafa.
Abbas llamó también a Israel a reabrir todos los cruces fronterizos para incrementar la entrada al enclave costero de productos de primera necesidad, como agua, medicinas, combustible y alimentos.
Destacó la necesidad de reparar el sistema de salud para atender a los miles de heridos y restablecer los servicios básicos.
El gobernante también criticó las incursiones diarias de las Fuerzas Armadas israelíes contra poblados y ciudades en Cisjordania, así como los asesinatos de civiles, la destrucción de infraestructura, los arrestos masivos y los ataques contra lugares sagrados islámicos y cristianos.
La Franja de Gaza es parte integrante del Estado palestino y por tanto no es posible aceptar los planes de las autoridades de ocupación de separarla del resto de nuestra tierra, advirtió.
Al respecto, reiteró el rechazo al desplazamiento forzado del pueblo palestino, ya sea en la Franja o en la Ribera Occidental, incluida Jerusalén Este.
Abbas insistió en la necesidad de una conferencia internacional de paz para poner fin al diferendo.
La paz y la seguridad en Oriente Medio sólo pueden lograrse mediante la aplicación de la solución de dos Estados, basada en las normas internacionales sobre el tema, subrayó.
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