La catástrofe, causante además de 241 heridos, cuatro de ellos muy graves, tiene semiparalizado al país debido a las restricciones en el suministro de combustible en particular el diesel, empleado por los camiones que transportan alimentos y mercancías.
Además, la onda expansiva destrozó o causó daños mayores en establecimientos y oficinas en el céntrico distrito comercial de Kaloum, en el que también tienen su sede oficinas gubernamentales.
La incertidumbre aumenta por la falta de información oficial sobre las causas de la catástrofe en el depósito de combustible respecto a las cuales las autoridades se limitaron a informar la integración de un equipo investigador.
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