El portavoz Wang Wenbin reiteró el respeto hacia los países latinoamericanos y respaldó el derecho de estas naciones a elegir libremente los caminos de desarrollo según sus condiciones nacionales.
Asimismo, el vocero enfatizó la disposición de trabajar con la zona para profundizar las relaciones «en una nueva era caracterizada por la igualdad, el beneficio mutuo, la innovación, la apertura y más beneficios para los pueblos».
Aunque ambas partes pertenecen a hemisferios diferentes «compartimos lazos más estrechos y un futuro común», subrayó.
De acuerdo con Wang, los proyectos asistidos por China en infraestructura, energía y medios de vida son muestra de que el gigante asiático y América Latina trabajan juntos para mejorar la vida de las personas.
Beijing tiene cinco socios de libre comercio en aquella región y en la actualidad mantiene conversaciones con Honduras en este sentido.
Por otro lado, «China y Nicaragua completaron las negociaciones sobre el tratado de libre comercio en apenas un año, que entrará en vigor el primer día del nuevo año», recordó.
De hecho, sobre la cooperación con Managua el portavoz destacó el reciente anuncio del establecimiento de una asociación estratégica bilateral.
«Cada vez más países de América Latina y el Caribe se han unido a la cooperación de alta calidad de la Franja y la Ruta, han mostrado su apoyo y participado en la Iniciativa de Desarrollo Global, la Iniciativa de Seguridad Global y la Iniciativa de Civilización Global y son parte del esfuerzo por construir una comunidad de futuro compartido», señaló.
Según cifras oficiales, en los últimos 10 años el comercio de bienes entre China y la región casi se duplicó, pasando de los 261.6 mil millones de 2013 a más de 400 mil millones de dólares en 2022.
Costa Rica, Panamá, El Salvador, Nicaragua, Honduras y República Dominicana están entre los países de América Latina y el Caribe que en los últimos años rompieron sus relaciones con Taiwán para establecerlas con Beijing.
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