Representantes del Comité 2 de Octubre acudieron a los exteriores de la sede diplomática con carteles y pancartas en los cuales se expresaron gratitud al gobierno de Andrés Manuel López Obrador por “salvar la vida de Glas, baluarte de la Revolución Ciudadana”.
Una de las participantes en el plantón de este viernes fue la ecuatoriana Rosa Pacheco, quien considera al exvicegobernante un perseguido político.
Los procesos legales en su contra son fraudulentos, no existen pruebas de su culpabilidad, declaró Pacheco a Prensa Latina.
En la noche de este jueves se supo que el exfuncionario pidió oficialmente asilo político a México mientras se encuentra en la legación diplomática luego de que la Fiscalía solicitara su comparecencia para investigaciones.
También este jueves la Asamblea Nacional rechazó un nuevo enjuiciamiento penal contra el exvicemandatrio, sin embargo, la Fiscalía emitió un comunicado donde insiste en solicitar fecha para una audiencia de formulación de cargos por presunto peculado en obras realizadas luego del terremoto de 2016.
Glas, quien fue vicepresidente de Rafael Correa (2007-2017) y Lenín Moreno (2017-2021), estuvo tras las rejas durante cinco años y recibió el beneficio de la prelibertad el 28 de noviembre de 2022, luego de la unificación de dos penas de cárcel de seis y ocho años por los casos Odebrecht y Sobornos.
El pasado domingo ingresó en la embajada mexicana ante el temor de ser aprehendido nuevamente.
La cancillería ecuatoriana comunicó hoy al gobierno mexicano que, en su opinión, conceder asilo a Glas no sería lícito y convocaron a su sede en Quito a la embajadora Raquel Serur. El político, integrante de la RC, es considerado uno de los símbolos del “lawfare” en Ecuador, donde la persecución desatada por el gobierno de Moreno contra seguidores de Correa obligó a muchos de ellos a exiliarse.
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