En la cima de El Panecillo, donde de forma permanente se encuentra la escultura de aluminio de la Virgen, se colocaron figuras hechas con fibra de vidrio de los tres Reyes Magos, que tienen una altura aproximada entre 29 y 31 metros cada uno, mientras que San José mide 38 metros.
Como es tradición desde 2005, también están representados el asno, la vaca y la cuna con seis metros cada uno, y este año a ellos se sumó un árbol navideño de 17 metros.
Se necesitaron tres grúas para levantar la gigantesca estructura del nacimiento de Jesús de Nazaret, la cual cuenta con ocho mil 500 metros de luces LED que cada noche permiten disfrutar de la obra y del espíritu navideño.
El Panecillo es una elevación natural en el corazón de Quito bautizada así por su parecido con un pequeño pan y constituye de los puntos turísticos más atractivos de la urbe, pues desde allí se puede observar la geografía capitalina casi en su totalidad.
La majestuosa Virgen del Panecillo, compuesta por siete mil 400 piezas y ubicada allí desde 1975, fue creada por el español Agustín de la Herrán Matorras, quien se basó en la Virgen de Legarda o Apocalíptica, obra del siglo XVIII de Bernardo de Legarda, uno de los más importantes representantes de la Escuela Quiteña.
Más allá del origen religioso, quiteños y visitantes, creyentes o no, pueden apreciar el belén iluminado en las alturas con la ciudad a sus pies.
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