La también casa del BCM Gravelines-Dunkerque, equipo de la primera división gala de baloncesto, ardió en llamas por un problema técnico ocurrido en una piscina contigua, según aseguraron autoridades locales.
«Todo se convirtió en humo: la sala de entrenamiento, la sala de partidos, la sala de pesas, la sala de equipamiento, el alojamiento y el almacén», declaró Beddeleem Hervé, directivo del Gravelines.
El equipo local, hundido en la penúltima posición con balance de 4-12, tendrá que buscar una nueva sede y es muy posible que se suspenda el partido que tenía pactado para este jueves contra el Paris Basketball.
En el siniestro no se lamentan pérdidas de vidas humanas.
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