Desde obras de Keith Haring, Jean-Michel Basquiat o Arik Brauer, hasta piezas del surrealista Salvador Dalí, amenizan la feria “Luna Luna: Fantasía Olvidada”, un sitio abandonado en 1987 y que ahora pretende hacer más asequible el arte a las personas comunes.
Las máquinas de este parque de diversiones giran musicalizadas por composiciones de Miles Davis y otras figuras relevantes de la música. Único de su tipo, el vergel abrió sus puertas hace pocos días y cuenta también con un domo de espejos firmado por el artista español Dalí, un bosque encantado creado por el británico David Hockney, así como, una obra diseñada por el austríaco André Heller, responsable de esta iniciativa.
Este apasionado de las ferias y los circos reclutó algunos de los más consolidados nombres de la escena artística del siglo pasado, además, de jóvenes figuras de los últimos tiempos para dar vida a su proyecto “Luna Luna”.
La feria debutó en Alemania en 1987, pero luego de recibir a miles de visitantes, sus atracciones, ideadas en principio para girar por el mundo, terminaron almacenadas en contenedores durante 35 años.
Tras pasar todo ese tiempo en el más absoluto olvido fueron adquiridas y restauradas por DreamCrew, compañía del músico canadiense Drake.
De los contenedores emergieron piezas únicas, como el carrusel de Haring, en el cual sus distintivas figuras parecen cobrar vida como bailarines, o la noria blanca de Basquiat, con un fuerte componente de protesta social.
Para algunos jóvenes diseñadores y artistas en general, el sitio es como “una cápsula del tiempo” y su reapertura tuvo lugar en un espacio con aires de museo.
La variación es que el público no puede subirse a las atracciones de “Luna Luna” para lo que fueron concebidas originalmente, sino, serán vistas ahora como reliquias a conservar.
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