Luego, en horas diurnas, tampoco se permite la indiferencia. Porque Cibeles es la fuente homónima y también un palacio, a pocos metros de la Puerta de Alcalá, el Paseo y el Museo del Prado.
La Fuente de Cibeles de Madrid tiene una historia fascinante. Está inspirada en la diosa del mismo nombre, de la mitología griega, quien personifica la fertilidad, la naturaleza y la protección. Para los madrileños representa el espíritu de la ciudad y es un símbolo de su identidad y orgullo.
Fue construida por el arquitecto español Ventura Rodríguez en 1782. Ubicada en la Plaza de Cibeles debido a su relevancia histórica como sitio de encuentro y cruce de importantes calles de la urbe, desde hace algunos años devino punto de celebraciones del club de fútbol Real Madrid.
Obra de Francisco Gutiérrez, Cibeles reproduce la figura de la diosa sentada en un carro tirado por dos leones, con diseño de Roberto Michel por encargo de Carlos III. Y el primer detalle curioso es que los fieros animales del carruaje no se miran.
No resulta ningún capricho del escultor, sino la representación de la historia de Hipómenes y Atalanta.
Además, se seleccionó este lugar para realzar la belleza y majestuosidad del palacete, igualmente conocido como Palacio de Comunicaciones, un impresionante edificio construido entre 1907 y 1919 por los arquitectos Antonio Palacios y Joaquín Otamendi.
Inicialmente, el referido inmueble albergaba la sede central de Correos, pero en la actualidad acoge al Ayuntamiento de Madrid. Su diseño combina los estilos neobarroco y neogótico, y destaca por la imponente fachada y las torres con esculturas.
(Tomado de Orbe)