Resulta un viaje único por instalaciones inmersivas exageradas, coloridas, enormes e inesperadas que conforman la muestra recién anclada en la capital británica tras exitosas exhibiciones en Nueva York, Roma, París, Milán, Madrid y Nápoles, con más de tres millones de visitantes.
El miércoles último aconteció el tan esperado debut en Londres del Museo del Globo, primero de su tipo y cuya fuerza creativa es Roberto Fantauzzi, presidente de Lux Holding, con sede en Italia.
Su presencia en el espacio histórico Old Billingsgate, que abarca miles de metros cuadrados en la citada urbe, se extenderá hasta el 18 de febrero de 2024, según las redes sociales del Balloon Museum.
Esta es una mezcla de museo permanente y efímero, en que el arte se mezcla con las experiencias interactivas en una modalidad surgida para quedarse en el tiempo.
A diferencia de los museos convencionales, los visitantes del Balloon Museum no son meros espectadores, pues pueden tocar e interactuar, transformando la acción visual en un viaje táctil, sensorial y digital.
En materia de emociones los organizadores describen un amplio espectro manifestado en innumerables formas: desde la instalación Cube Abyss de Cyril Lancelin, evocadora de una sensación visceral de miedo, hasta los expansivos conejos rosados creados por Momoyo Torimitsu , una conmovedora expresión de frustración e incomodidad.
Artistas como Lucas Zanotto y Jason Wilsher-Mills celebran la alegría y la empatía en diversas formas, mientras que Rub Kandy con sus extravagantes Ginjos celebra el éxtasis.
La invitación incluye sorprenderse con las obras de Michela Picchi y Kalman Pool, las videoinstalaciones realistas de Anotherview y el interactivo Swing de Motorefisico.
El colectivo italiano Hyperstudio presenta las obras Too many Thoughts e Hyperfeeling. Esta última, en colaboración con el estudio internacional Sila Sveta y el artista Kissmiklos, es el corazón de la exposición e invita a los visitantes a sumergirse en miles de esferas.
La entrada modificada de Steve Messam , la instalación cinética inmersiva Lunas eléctricas de Christopher Bauder y la asombrosa Estructura Volátil de Geraldo Zamproni pueden ser verdaderamente cautivadoras.
También la intrigante obra de Thom Kubli, Black Hole Horizon, donde el sonido aparece atrapado en burbujas flotantes, añade otra dimensión a la muestra.
Otro tanto hace la odisea visual a través del mundo vibrante y caprichoso creado por la artista Miranda Makaroff, sumada al extraordinario reino de Motomichi Nakamura , donde criaturas monstruosas y encantadoras participan en una danza de narrativas contradictorias.
A su vez la obra de Karina Smigla-Bobinski titulada Kaleidoscope invita a los visitantes a evocar infinitas combinaciones de colores, mientras el arte trasciende los límites convencionales con la fascinante interacción de luces en el innovador trabajo de Alex Schweder, titulado The Third Thing.
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