Este martes los presidentes de los equipos tuvieron una reunión donde ratificaron su decisión de permitir hasta seis atletas foráneos por cada conjunto en el terreno de juego, una medida que causa gran polémica en el país.
Los directivos argumentan que esta es una exigencia de los jefes técnicos y ya se adelantaron las contrataciones en el exterior y, por lo tanto, es inevitable su aplicación.
Por el contrario, los jugadores nacionales señalan varios factores negativos para sus intereses, entre ellos que impide el desarrollo de los futbolistas locales, pues estarían condenados a ocupar posiciones secundarias durante los partidos.
Además, las diferencias salariales son enormes y eso afecta sus ingresos e, incluso, su calidad de vida.
Por otra parte, al priorizar la presencia de los jugadores extranjeros en el país, están atentando contra la calidad de las diferentes selecciones nacionales, un tema pendiente para Chile, que no ha clasificado a competencias internacionales en los últimos años.
El sindicato de futbolistas profesionales reiteró hoy su disposición de realizar una huelga con el objetivo de impedir el inicio del torneo de primera división, previsto para el 11 de febrero próximo.
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