En varias zonas se produjeron ataques de la aviación y la artillería de ese país, que causaron enormes daños, reportó la agencia oficial de noticias Wafa.
La fuente precisó que el campamento de refugiados de Al-Maghazi, en el centro del enclave costero, fue blanco de las incursiones aéreas israelíes, al igual que la urbe de Khan Yunis, uno de los principales ejes de la ofensiva terrestre del Ejército.
Al menos 15 civiles murieron y otros, en su mayoría mujeres y niños, resultaron heridos en las últimas horas tras un bombardeo contra una vivienda en la vecina localidad de Deir al-Balah.
También se informaron numerosos fallecidos en un incidente similar ocurrido en el campamento de refugiados de Nuseirat.
La intensidad de los bombardeos y el hecho de que muchas de las carreteras e infraestructuras fueran destruidas impiden a las ambulancias acudir a los lugares atacados y trasladar a las víctimas, señaló un corresponsal de la televisora Al Jazeera.
Decenas de miles de palestinos desplazados se ven obligados a vivir en condiciones inadecuadas, en tiendas de plástico o de nailon, mientras el clima se vuelve más frío y hay fuertes lluvias, subrayó.
El reportero alertó que falta calefacción, ropa adecuada y mantas para mantener a las personas calientes.
En medio de esta situación, apuntó “las enfermedades transmitidas por el agua y las infecciosas se están propagando”.
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