Al divulgar el resumen diario de las operaciones, el movimiento confirmó impactos directos contra posiciones de soldados israelíes cerca del sitio de Al-Marj y en el emplazamiento de Sammaqa en las granjas libanesas ocupadas de Shebaa.
Mediante una declaración, Hizbulah anunció el lanzamiento de un ataque aéreo con un dron dirigido al nuevo cuartel general del comando enemigo en Eilit (al noreste de Safad).
En la ejecución de acciones en el sector este de la frontera, la Resistencia atacó los equipos de espionaje recién instalados por el ejército de Tel Aviv, colocados en grúas cerca del cuartel Ramim.
Hizbulah informó sobre otras dos operaciones realizadas contra grupos de uniformados en los alrededores del centro de Al-Marj y confirmó muertos y heridos entre las filas israelíes.
En el lado occidental, sus armas apuntaron a una reunión de soldados en el cuartel de Zarit, el sitio de Birket Risha, una posición de militares cerca del emplazamiento de Jal al-Alam y a la base de Metat.
Por su parte, la aviación de Tel Aviv mantuvo el bombardeo sobre localidades sureñas y en la tarde un dron israelí mató en Beirut al jefe del Estado Mayor de la resistencia en Cisjordania y Gaza e ingeniero de la operación del Diluvio de Al-Aqsa, el dirigente palestino, Saleh Al-Arouri.
También fallecieron dos dirigentes de las Brigadas Al-Qassam y otros cuatro miembros del movimiento Hamas, en el ataque israelí contra un apartamento y un auto estacionado delante del edificio en la zona de Al-Dahiya, en los suburbios sur.
Ante el hecho, Hizbulah prometió castigo inminente, destacando la firmeza y la fidelidad de su resistencia a los principios y compromisos asumidos.
En este sentido, subrayó que «el asesinato del mártir Al-Arouri y sus compañeros en el centro de los suburbios sur de la capital constituye una agresión peligrosa contra Líbano, su seguridad, soberanía, pueblo y resistencia».
De acuerdo con analistas nacionales, la acción traicionera israelí de este 2 de enero en Beirut definitivamente apunta a llevar a Líbano a una nueva fase de enfrentamientos después de los bombardeos diarios en la frontera sur.
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