A través de una declaración, el movimiento prometió castigo inminente, destacando la firmeza y la fidelidad de su resistencia a los principios y compromisos asumidos.
En la denuncia, extendió sus condolencias «a los hermanos de Hamas, los combatientes de las Brigadas Al-Qassam, el pueblo de Gaza, Jerusalén, Cisjordania y toda la resistencia en Palestina».
Al respecto, Hizbulah enfatizó que el enemigo israelí, que después de 90 días no pudo subyugar a Gaza recurre a una política de asesinato y liquidación física de todos los que trabajaron, planificaron, implementaron o apoyaron la Operación del Diluvio de Al-Aqsa del 7 de octubre.
La Resistencia libanesa consideró que el crimen de hoy es una continuación del ataque de la semana pasada en Damasco contra el comandante en la Guardia Revolucionaria Reza Moussawi, asesor militar de Irán por invitación del gobierno de Siria.
En este sentido, subrayó que «el asesinato del mártir Al-Arouri y sus compañeros en el centro de los suburbios sur de Beirut es una agresión peligrosa contra Líbano, su seguridad, soberanía, pueblo y resistencia».
Hizbulah indicó que este crimen atroz aumentará aún la creencia de la resistencia en Palestina, Líbano, Yemen, Siria, Irán e Iraq, y afianzará el compromiso y la determinación de continuar el camino hasta la victoria y la liberación.
Pasadas las 17:30, hora local, un dron israelí mató al jefe del Estado Mayor de la resistencia en Cisjordania y Gaza e ingeniero de la operación del Diluvio de Al-Aqsa, el dirigente palestino Saleh Al-Arouri.
También fallecieron dos dirigentes de las Brigadas Al-Qassam y otros cuatro miembros del movimiento Hamas, en el bombardeo israelí contra un apartamento y un auto estacionado delante del edificio en la zona de Al-Dahiya.
Ante el crimen, Líbano presentará una queja en el Consejo de Seguridad de la ONU debido a los constantes ataques y violaciones israelíes a la soberanía nacional.
Según expertos, la acción traicionera israelí de este 2 de enero en Beirut definitivamente apunta a llevar a Líbano a una nueva fase de enfrentamientos después de los bombardeos diarios en la frontera sur.
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