El subsecretario general de Asuntos Políticos para Medio Oriente del organismo, Khaled Khiari, aseguró que las continuas amenazas a la navegación marítima, junto con el riesgo de expansión de la crisis, generan grave preocupación.
Al intervenir en el Consejo de Seguridad, que dedicó una sesión a los recientes acontecimientos en el mar Rojo, el alto representante aseveró que estos podría afectar potencialmente a millones de personas en Yemen, la región y el mundo.
Las amenazas de la resistencia yemení para continuar su escalada hasta que Israel permita un acceso humanitario suficiente a Gaza han llevado a muchas empresas navieras a desviar las rutas de sus barcos hacia el sur para rodear el Cabo de Buena Esperanza, agregó.
Esto incurre en costos y tiempo adicional que se refleja en los precios de los bienes que transportan, insistió.
El subsecretario también pidió la liberación inmediata del Galaxy Leader y su tripulación, capturados por los hutíes el 19 de noviembre último.
Al mismo tiempo, alentó a todas las partes involucradas a evitar una mayor escalada y reducir las tensiones y amenazas.
Por su parte, el secretario general de la Organización Marítima Internacional (OMI), Arsenio Domínguez, coincidió en la necesidad de relajar el impacto del conflicto para garantizar la seguridad del personal que transita por el mar.
Los desvíos de las rutas para evitar ataques a los barcos supone una media de 10 días adicionales a los viajes, con un impacto significativo en el comercio internacional y los costos de flete, precisó el titular.
De acuerdo con OMI, por el mar Rojo transita el 15 por ciento del comercio internacional.
En tanto, otras cifras confirman que unas 18 compañías navieras decidieron desviar sus buques alrededor de Sudáfrica para reducir los riesgos de ataques a las embarcaciones y el personal a bordo.
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