En una carta enviada el miércoles al secretario de Educación, Miguel Cardona, Tariq Habash, asistente especial de la Oficina de Planificación, Evaluación y Desarrollo de Políticas del departamento, expresó su frustración en ese sentido, hecho que lo llevó a tomar la decisión.
“No puedo permanecer en silencio mientras esta administración hace la vista gorda ante las atrocidades cometidas contra vidas palestinas inocentes, en lo que destacados expertos en derechos humanos llamaron como una campaña genocida por parte del gobierno israelí”, escribió.
Su renuncia es la última señal de malestar dentro de las filas de la administración Biden por el manejo por parte del presidente de una guerra que estalló el 7 de octubre cuando combatientes el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) lanzaron un ataque sorpresa contra territorio israelí.
Más de 400 funcionarios escribieron una carta abierta a Biden, en la que le pidieron insistir en un alto el fuego. El contraataque de Israel ha provocado más de 22 mil muertes en Gaza, de ellas más de ocho mil 200 eran niños, según las autoridades sanitarias palestinas.
Los críticos argumentan que la Casa Blanca no está utilizando su influencia como principal benefactor militar de Israel para detener la masacre y en su lugar solo pide “más moderación” en sus embestidas, mientras persiste en enviar ayuda militar a su fiel aliado en Medio Oriente.
La carta de dos páginas de Habash, quien es palestino-estadounidense, sugiere que cualquier cosa que Biden haya hecho para controlar a Israel no ha logrado evitar una catástrofe humanitaria en Gaza.
“No puedo ser cómplice en silencio mientras la administración no logra aprovechar su influencia como el aliado más fuerte de Israel para detener las tácticas abusivas y de castigo colectivo que han privado a los palestinos en Gaza de acceso a alimentos, agua, electricidad, combustible y suministros médicos, lo que ha provocado enfermedades generalizadas y hambre”, afirmó.
El exfuncionario criticó la insensibilidad de Biden al reaccionar ante el número de muertos en Gaza.
En una conferencia de prensa en octubre, el mandatario desestimó los informes de víctimas fatales provenientes de ese enclave costero, cuando opinó que no tenía ninguna seguridad de que “los palestinos estén diciendo la verdad sobre cuántas personas mueren”.
“Estoy seguro de que han muerto inocentes y es el precio de librar una guerra”, añadió Biden.
De manera que el camino de Habash, de partidario entusiasta de la campaña a funcionario desilusionado, ejemplifica el problema que enfrenta el ocupante del Despacho Oval.
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