De acuerdo con la portavoz de la Cancillería Mao Ning, las medidas de control de exportaciones en este sector impuestas por Washington constituyen prácticas discriminatorias y violan el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT).
La vocera rechazó las restricciones a las empresas chinas de equipos de telecomunicaciones por supuestas amenazas a la seguridad de la información en línea.
Washington incluyó a estas compañías en una lista negra que prohíbe la entrada de ese tipo de equipamiento en el mercado estadounidense.
«A menudo Estados Unidos menciona las reglas internacionales, pero lo que realmente hace es ignorar y socavar esas reglas», subrayó.
Mao explicó que las acciones unilaterales trascienden por completo el concepto de seguridad nacional y afectan el comercio normal destinado a la población civil.
«Por ejemplo, el chip Nvidia RTX4090 está diseñado para tarjetas gráficas de consumo, dirigido principalmente a entusiastas de los juegos de computadora. Debido a las medidas de control de exportaciones impuestas por Estados Unidos, este chip se vio obligado a retirarse del mercado chino», explicó.
La vocera denunció también la presión de Washington sobre otras naciones para que repriman a empresas chinas vinculadas al sector, «lo cual no tiene nada que ver con la seguridad y es un típico acto de coerción económica».
Se trata de «un acto unilateral y arbitrario de intimidación que carece de principios, privando a los mercados emergentes y a los países en desarrollo del derecho a buscar una vida feliz», agregó.
En su opinión, estas acciones afectan gravemente la estabilidad de las cadenas de suministro globales, «envenenan el ambiente de cooperación internacional y fomentan la división y el enfrentamiento».
Las tensión bilateral por los desacuerdos comerciales fue uno de los principales temas en la mesa de conversación entre los presidentes chino, Xi Jinping y estadounidense, Joe Biden, en noviembre pasado.
En declaraciones a Prensa Latina, Pan Deng, director del Instituto de Derecho de América Latina de la Universidad de Ciencias Políticas y Derecho comentó que la conversación de unas horas no podría resolver los conflictos estructurales entre ambos países.
«Han pasado unos días y vemos que las erróneas políticas económicas y comerciales de Estados Unidos hacia China y su supresión en el campo de la alta tecnología siguen sin cambiar”, dijo.
jf/idm