Desde el pasado fin de semana hasta este lunes resultaron abatidos 76 elementos radicales, entre ellos cabecillas de ese ente, vinculado a la red terrorista Al-Qaeda, indicó el máximo representantes del Ejército, Ibrahim Sheikh Muhidin.
La fuente amplió que como parte de la ofensiva en Mudug, fueron destruidas también bases logísticas y vehículos pertenecientes a la formación extremista, debilitada en los últimos tiempos, pero que prosigue con asaltos y ataques contra instalaciones civiles, como hoteles, y militares.
El actual presidente somalí, Hassan Sheikh Mohamud, en el poder desde 2022, declaró meses atrás su compromiso con la erradicación de la agrupación insurgente, expulsada en 2011 de Mogadiscio, la capital, y que aún controla amplias zonas rurales del centro y el sur de este territorio.
Somalia, con predominio de clanes y señores de la guerra, se considera una nación dividida, sin un gobierno central fuerte desde que fuera derrocado por milicias aliadas en 1991 el entonces mandatario Mohamed Siad Barre.
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