La búsqueda de quien es considerado uno de los delincuentes más peligrosos del país continúa este lunes con un operativo de tres mil policías y militares que ingresaron a la cárcel regional de Guayaquil, donde según el Ejecutivo probablemente todavía esté el cabecilla de la banda Los Choneros.
El secretario de Comunicación del Gobierno, Roberto Izurieta, explicó esta mañana en una entrevista con el canal Teleamazonas que se sospecha que la fuga tuvo lugar horas antes del operativo para trasladarlo a la prisión de máxima seguridad La Roca y «lo más probable es que se filtró información».
«Ese delincuente va a ser encontrado», aseguró el funcionario mientras crecen las críticas a la administración de Noboa porque se desconocen las acciones del Plan Fénix, su estrategia para enfrentar el crimen organizado, y persisten los hechos delictivos y las muertes violentas.
De acuerdo con Izurieta, ante el escape del bandido, “la mejor decisión que podría haber tomado el Estado es no hacer nada”.
Por otro lado, el exministro del Interior José Serrano aseguró a la emisora Radio Pichincha que sus fuentes le revelaron que Fito se fugó el pasado 25 de diciembre de 2023, cuando salió de la cárcel a una consulta médica y nunca más regresó.
En medio de los cuestionamientos al Gobierno, la excandidata presidencial de la Revolución Ciudadana (RC) Luisa González puso a disposición del actual mandatario «equipos de trabajo con experiencia y capacidad» para colaborar y devolver la tranquilidad al país.
En un comunicado, la RC apuntó que la fuga del delincuente muestra la situación del sistema penitenciario y por ello pidieron declarar en emergencia al sector y recuperar la institucionalidad.
El Plan Fénix fue una de las propuestas de campaña de Noboa, «sin embargo, parece esfumarse, no se puede engañar así a un país esperanzado en mejores días mientras se desangra», subrayó la RC, que este lunes presentó un proyecto de ley con medidas para frenar la inseguridad y evitar una costosa consulta popular.
Alias Fito tiene 44 años y 14 procesos judiciales por distintos delitos, entre ellos robo, delincuencia organizada, tenencia de armas y asesinato, que sumaron la sentencia máxima de 34 años de prisión.
Su fuga coincide además con el inicio esta semana de la construcción de dos prisiones de máxima seguridad en las provincias de Pastaza y Santa Elena, similares a las edificadas por el salvadoreño Nayib Bukele.
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