“Desde el Estado Plurinacional de Bolivia repudiamos los hechos de violencia acaecidos en las últimas horas en la hermana República del Ecuador. Expresamos nuestra plena solidaridad al pueblo y gobierno ecuatoriano que atraviesa una situación crítica de seguridad y lucha contra la delincuencia”, escribió Arce en su cuenta de X (antes Twitter).
Manifestó el dignatario, asimismo, “nuestra predisposición de apoyo para que retorne la tranquilidad a las calles del Ecuador”.
La víspera, una ola de violencia que incluyó la voladura e incendios de autos, secuestros de policías y hasta la toma por encapuchados del canal de televisión TC de Guayaquil cuando se transmitía un noticiario, fue observado por la teleaudiencia boliviana.
Tras esa ola de violencia, el presidente de Ecuador, Daniel Noboa, firmó un decreto que declara la existencia de un conflicto armado interno en el país, designó como grupos «terroristas» a unas 20 bandas criminales y ordenó a las Fuerzas Armadas restablecer el orden.
En este contexto, el dignatario Arce insistió en la urgencia de “trabajar en la regionalización de la lucha contra el narcotráfico y otros ilícitos, así como la creación de organismos supranacionales como la Alianza Latinoamericana Antinarcóticos (ALA), bajo los principios de soberanía y dignidad de nuestros pueblos; propuesta por nuestro país en diversos encuentros internacionales”.
El Gobierno de Arce, a través del Viceministerio de Defensa Social y Sustancias Controladas, realizó durante el último bienio reuniones binacionales con sus pares de Brasil, Perú, Chile, Argentina y Paraguay para acordar una lucha conjunta contra del narcotráfico y los delitos conexos.
Bolivia insistió en esos debates en regionalizar la batalla antidroga para que, de manera conjunta, se consoliden los golpes contra ese flagelo tanto en países considerados productores, de tránsito y de destino final.
En tal sentido, el Estado Plurinacional participa en las reuniones de jefes de Organismos Nacionales encargados en la lucha contra el narcotráfico, donde promueve el fortalecimiento de un Centro Regional de Inteligencia Antinarcóticos, para enfrentar esta problemática y desarticular a las organizaciones criminales transnacionales dedicadas a este ilícito.
La iniciativa busca regionalizar esta batalla mediante el uso de dispositivos analíticos de última tecnología y con una base de datos que permita el intercambio de información en tiempo real entre los países limítrofes para coordinar acciones destinadas a un control policial antinarcóticos más efectivo.
mem/jpm