Mediante un comunicado, el ente castrense informó que junto a la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas (Unifil) logró eliminar cinco de estos conductos en áreas fronterizas extendidos desde el interior de la zona ocupada palestina.
Al mismo tiempo, enfatizó que el trabajo de desmantelamiento estuvo expuesto a fuego hostil de las fuerzas de Tel Aviv sin causar bajas en el Ejército y los miembros de la Unifil.
De acuerdo con lo informado, una patrulla encontró tres mangueras en las afueras de la ciudad de Labouneh y otras dos similares fueron descubiertas en las cercanías de la localidad de Aita Al-Shaab, esparcidas desde el centro israelí en Tal al-Raheb.
Ayer, el presidente del Parlamento, Nabih Berri, presentó al subsecretario de Operaciones de Paz de la ONU, Jean-Pierre Lacroix, un estudio con las ubicaciones, los daños, el número de víctimas y las zonas agrícolas afectadas como consecuencia de los bombardeos israelíes y el uso de municiones de fósforo, prohibidas internacionalmente.
Con anterioridad, el primer ministro interino, Najib Mikati, condenó el uso de fósforo blanco en el bombardeo israelí contra civiles libaneses y los daños a más de cinco millones de metros cuadrados de bosques, tierras agrícolas y miles de olivos.
Al intervenir en diciembre en la Conferencia de las Partes sobre el Clima (COP28) en Dubái, Mikati apuntó que mientras Líbano enfrenta la agresión israelí, grandes zonas de la nación sufren de los efectos de la degradación ambiental resultante de las actuales hostilidades del enemigo sionista.
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