De acuerdo con la institución encargada de los centros carcelarios, los funcionarios están bajo el control de los reclusos en prisiones de las provincias de Azuay, Cañar, Napo, Tungurahua y Cotopaxi.
«Estamos haciendo lo posible y lo imposible para traer a todos sanos y salvos», expresó más temprano este miércoles el presidente Daniel Noboa durante una entrevista con Radio Canela.
Para los familiares la situación es de incertidumbre, pues hace tres días no reciben información de sus seres queridos, reportaron medios locales mientras el SNAI no ha informado sobre el estado de salud del personal retenido.
La institución señaló en un chat de prensa que Policía Nacional y Fuerzas Armadas trabajan articuladamente para la liberación de todo el personal en los centros penitenciarios.
Entretanto, los dirigentes de la Asociación de Servidores Penitenciarios pidieron al Estado que garantice la vida de sus compañeros.
Esta es la quinta ocasión en dos años en la que los reos retienen a guías, ya sea para exigir la prohibición de la entrada de policías y militares a las cárceles o para evitar el traslado de cabecillas de bandas a otras instalaciones.
En los últimos días circularon en redes sociales videos y fotografías de agentes de seguridad penitenciaria obligados a grabar mensajes dirigidos al presidente Daniel Noboa, para que no ejecute traslados de privados de libertad y detenga cualquier otra acción en el sistema penitenciario.
Los presos adoptaron esas posturas tras la fuga de Adolfo Macías (Fito) de la Cárcel Regional de Guayaquil.
Paralelamente, en las calles las últimas jornadas fueron de violencia y caos, con secuestros policiales, explosiones, coches bomba, entre otros delitos que conllevaron a la declaratoria por parte del Gobierno de un estado de excepción con toque de queda.
Además, el presidente reconoció la existencia de un “conflicto interno armado” y catalogó como terroristas a una veintena de organizaciones delictivas vinculadas al narcotráfico.
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