En algunas zonas del territorio nueve de cada 10 familias pasan 24 horas sin comer, criticó en su cuenta en X (antes Twitter) Francesca Albanese, relatora especial de Naciones Unidas sobre los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados.
“Israel dice que esto es una exageración. Entonces, ¿por qué los medios de prensa y los observadores de derechos humanos no pueden entrar en Gaza?”, preguntó.
La organización no gubernamental israelí B’Tselem alertó ayer que los 2,2 millones de palestinos que viven en la Franja sufren hambre como resultado directo de la política declarada del primer ministro Benjamin Netanyahu de privarlos de alimentos.
El Centro de Información Israelí para los Derechos Humanos en los Territorios Ocupados (B’Tselem) detalló en un informe sobre el tema que los habitantes de ese territorio pasan días y noches sin comer casi nada.
“La búsqueda desesperada de alimentos no se detiene ni un momento, aunque en la mayoría de los casos es infructuosa, lo cual deja a la población hambrienta, incluidos bebés, niños, mujeres embarazadas o lactantes y ancianos”, subrayó.
Los gazatíes dependen ahora enteramente de los suministros del exterior porque no pueden producir casi ningún alimento por sí mismos, indicó.
B’Tselem señaló que la mayoría de los campos cultivados fueron destruidos, mientras las fábricas y almacenes sufrieron daños en los bombardeos o están cerrados por falta de suministros, combustible y electricidad.
En lugar de permitir la entrada de suficientes alimentos a Gaza, Israel solo autoriza el ingreso de una fracción, con limitaciones en cuanto a los tipos de bienes, cómo se introducen y cómo se distribuyen, criticó.
“El resultado es inconcebible: imágenes de niños pidiendo comida, personas esperando en largas colas para recibir limosnas míseras y residentes hambrientos atacando los camiones de ayuda”, lamentó.
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