Cuevas, escondites y fortificaciones de los radicales desplegados en diferentes áreas desérticas de Palmira, Raqa, Deir Ezzor y Homs, han sido atacadas, y decenas de terroristas fueron abatidos, indicaron fuentes militares citadas por el diario Al-Watan.
Agregaron que las unidades castrenses repelieron ataques violentos y esporádicos del Daesh en varios puntos, y que los terroristas sufrieron muchas bajas, mientras el ejército perdió a varios militares.
El martes último, al menos nueve uniformados sirios perdieron la vida y otros 22 resultaron lesionados por un ataque terrorista de Daesh en el desierto del municipio de Palmira, a unos 300 kilómetros al nordeste de Damasco, la capital.
En Al-Badieh, se incrementan los ataques del Daesh, cuyos integrantes, según denuncias de Damasco, reciben apoyo logístico, protección e información de inteligencia por parte de los militares norteamericanos en el Tanef.
Según analistas, el Daesh recurre, desde su derrota en 2018, a la guerra de pandillas y ataca apoyado en claras instrucciones de inteligencia para desgastar a las tropas sirias y sus aliados.
Siria enfrenta una guerra impuesta desde 2011, y aunque su ejército, con el apoyo de sus aliados Rusia e Irán, liberó la mayor parte del territorio nacional de los radicales, ocurren algunos ataques que Damasco atribuye a grupos apoyados desde el exterior para seguir desestabilizando al país.
mem/fm