Integrante del Bloque de Resistencias y Rebeldía Popular (BRP), invitaron a la sociedad civil organizada, sindicatos, gremios y población en general a acompañar la marcha a las 8 de la mañana (hora local), en el parque Cuscatlán, donde un largo muro muestra el nombre de millares de víctimas del conflicto.
“La destrucción de monumentos a la paz no van a destruir nuestra conciencia. Nosotros y nosotras somos memoria viva de las luchas del pueblo salvadoreño, y por la construcción de una patria libre, justa, democrática que quiere la paz”, dijo Marisela Ramírez, miembro del BRP, una de las organizaciones convocante a la cita con la historia.
Según las fuentes este año el aniversario estará marcado por los intentos gubernamentales de borra la memoria histórica al destruir monumentos que atestiguaban sobre los años trágicos vividos por el pueblo.
“Con la firma de estos Acuerdos de Paz, el pueblo derrotó a una dictadura militar y se abrió el proceso hacia la democracia. La dictadura militar marcó sin lugar a dudas una época aberrante en la historia de nuestro país, y es por esto que con esta marcha reiteramos el mensaje que dictaduras militares nunca más”, dijo Ramírez en declaraciones citadas por el diario Colatino.
“Es por esto que marchamos, puntualizó, porque creemos que hay toda una estrategia del actual gobierno de borrar o hacer ese intento de suprimir todo este proceso de lucha del pueblo que al final consolidó las bases que ahora tenemos en la construcción de la democracia y este es el momento preciso para levantar la voz”.
Por su parte, Samuel Ramírez, del Movimiento de Víctimas del Régimen (MOVIR), llamó a marchar “contra el régimen actual y mostremos ese apoyo a la paz, a la reconciliación y el repudio a este gobierno por estar dedicando tiempo y recursos para destruir símbolos de paz, que ayudaron mucho, en la democratización de este país”.
Por el Movimiento Universitario Pensamiento Crítico (MUPC), Rafael Paz Narváez recordó que se está viviendo un “ataque histórico contra la lucha popular» que el pueblo emprendió desde el siglo XX, y una estratégica “represión” contra las capacidades de los salvadoreños de organizarse.
El presidente Nayib Bukele califica de farsa los acuerdos que cumplen 32 años de firmados el 16 de enero de 1992 en Chapultepec, México.
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