En aquella oportunidad los cuatro mil residentes abandonaron con urgencia sus hogares y, de acuerdo con las informaciones, la primera grieta percibida este domingo tenía entre 500 metros y un kilómetro de longitud.
Los expertos constataron que el magma expulsado superó las barreras de contención, aún en proceso de instalación, y se acercó a solo 450 metros de los primeros domicilios del norte de la localidad.
De acuerdo con la radiotelevisión estatal islandesa RUV, poco después del mediodía apareció una segunda fisura, muy cerca de la ciudad, que cambió la situación por completo.
Los servicios de rescate trabajan para impedir que el magma destruya las máquinas y los vehículos en la zona industrial de esa zona, valorada como una significativa área pesquera del suroeste de Islandia.
El sitio permaneció inactivo durante casi 800 años hasta comienzos de 2020, luego de la ocurrencia de una intensa actividad sísmica en la península, y la emergencia del magma en 2021.
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