El texto del Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA), el Fondo de Naciones Unidas para Infancia (Unicef) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que la gente en la Franja se arriesga a morir de hambre a pocos kilómetros de camiones llenos de comida.
El comunicado llama a Israel a tomar acciones urgentes para aumentar las entregas, de las que depende la población para sobrevivir en la zona bajo asedio.
En ese sentido, las agencias pidieron abrir nuevas rutas de entrada, permitir más camiones a través de los controles fronterizos cada día y garantizar menos restricciones a la circulación de trabajadores humanitarios.
Cada hora perdida pone en riesgo incontables vidas. Podemos mantener la hambruna a raya, pero sólo si podemos entregar suficientes suministros y tener acceso seguro a todos los necesitados, dondequiera que estén, aseguró la directoria general del PMA, Cindy McCain.
«Prácticamente todos los palestinos en Gaza se saltan comidas todos los días, mientras que muchos adultos pasan hambre para que los niños puedan comer», dijo por su parte la OMS.
La directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell, alertó que los niños que corren un alto riesgo de morir por desnutrición y enfermedades necesitan desesperadamente tratamiento médico, agua potable y servicios de saneamiento, pero las condiciones sobre el terreno no permiten llegar de forma segura a ellos.
El Fondo para la Infancia estima que 335 mil niños menores de cinco años dentro de Gaza son especialmente vulnerables, mientras que en las próximas semanas, la emaciación infantil podría aumentar en casi un 30 por ciento respecto a las condiciones previas a la crisis iniciada el 7 de octubre.
“Parte del material que necesitamos desesperadamente para reparar y aumentar el suministro de agua sigue teniendo restringida su entrada a Gaza. La vida de los niños y sus familias está en juego”, enfatizó la titular de Unicef.
Las agencias pidieron autorización israelí para utilizar con urgencia el puerto de Ashdod, aproximadamente a 40 kilómetros al norte, que permitiría enviar cantidades mayores de ayuda y luego transportarla directamente en camiones a las regiones del norte de Gaza gravemente afectadas.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) estima que 260 palestinos murieron y otros 577 resultaron heridos entre el 12 y el 14 de enero.
Los civiles enfrentaron continuos bombardeos israelíes en gran parte del enclave y combates sobre el terreno, agregó OCHA en su más reciente actualización que también renueva los llamados para la liberación de rehenes.
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